Tengo la ligera sospecha de que el presidente de la república ha llegado a pensar que en este país verdaderamente nadie conceptualiza. Decir que la corrupción es un fenómeno asilado en la República Dominicana, es un insulto a la inteligencia de todos los dominicanos. Las numerosas denuncias de corrupción de funcionarios gubernamentales, denotan que no aislados.
Si bien la corrupción en la administración pública es un mal que viene de antaño, los niveles actuales son realmente alarmantes, pocas veces se había visto este mal tan generalizado en las instituciones públicas, con tantas evidencias y casos expuestos al público.
La mayoría de la sociedad dominicana ha ido tomando conciencia del nivel de corrupción actual en nuestro país, muestra de esto es el desincentivo general en el pago de los impuestos ya que la percepción actual es que los recursos que trascienden al Estado, por lo general, son sólo un botín que los funcionarios públicos se roban por medio de jugosos salarios y de otros privilegios innecesarios.
Con este mensaje el Presidente deja claramente entrever el nivel de impunidad que existe en la lucha contra la corrupción , y da luz verde a que muchos de sus funcionarios continúen valiéndose del poder gubernamental para conseguir ventajas y beneficios ilegitimitos, sabiendo que jamás serán aprehendidos y mucho menos castigados.
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