El Real Madrid evoluciona en cada partido y de a poco ha comenzado a gustar a la fanática madrilista siempre exigente de buen juego. En el día de ayer venció con mucha suficiencia al AC Milán en el partido correspondiente a la tercera fecha de la fase de grupos de la Liga de Campeones de Europa. El marcador final fue de 2-0, pero pudo haber sido más abultado. El equipo milanista lejos de ser un equipo reputado, paso por desapercibido en el Santiago Bernabéu. El equipo de Mourinho se impuso en todas las facetas, por juego, físico y ánimo.
El Madrid abrió el marcador tras un tiro libre de Cristiano Ronaldo al minuto 13, luego en el minuto 14 llego el segundo por un remate de Özil.
Este Madrid, mayoritariamente formado por gente joven, ha ido definiendo su estilo de juego, que no necesariamente se caracteriza por la posesión del balón, sino por intensidad y aceleración.
Con la victoria de ayer Mourinho estableció una marca en el club madrilista: nunca en la historia del Madrid el debut de un entrenador se había completado con 10 partidos oficiales seguidos sin perder.
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