Lejos de ser un discurso idealista, el discurso de ayer del presidente Obama ha resultado ser muy realista y de alerta para el pueblo de EEUU. Un aspecto importante de este discurso fue resaltar la necesidad de mejorar la economía, pero sobre todo propiciar la innovación y los avances tecnológicos para competir con potencias emergentes como India y China, lo que cual evidencia la realidad que se vislumbra desde hace tiempo: tarde o temprano EE.UU perderá su supremacía mundial o al menos tendrá que compartirla.
Cuando inicio el nuevo milenio muchos especialistas citaban los principales retos para EEUU. Uno de ellos era China. Mientras EEUU se ahogó en dos conflictos bélicos interminables, el gigante asiático aposto por un “Caballo de Troya”, que no fue otro que la invasión de productos industriales de bajo precio, gracias a su mano de obra barata y calificada. También sus grandes inversiones en bonos del tesoro, hasta el punto que hoy es el principal acreedor de los EEUU, y la gran visión de realizar fuertes inversiones en diferentes partes del mundo, convirtiendo así a China en el principal socio comercial de muchos países alrededor el mundo.
La mayoría estadounidense aun vive en una burbuja especial de mundo ideal de superioridad, donde no están acostumbrados a ser número dos. No obstante, la sociedad estadounidense debe tomar la voz de alerta de su presidente y aceptar la idea de la existencia de otra superpotencia al asecho de desplazarlos del numero uno.